Inmobiliario

"Creemos que el valor no está en la tierra en si, sino en la mirada de quien la gestiona"

Mirko Kresevic, CEO de Urbanizadora, lidera una empresa creada para cerrar la brecha de oferta formal de lotes en Lima. Con respaldo de un fondo canadiense, procesos rigurosos y nuevos proyectos en marcha, la compañía avanza sobre bases sólidas.

¿Cómo nace Urbanizadora y por qué apostar por el negocio de lotes?

Nace con una convicción clara: usar la tierra como medio para generar entornos de valor. En un mercado donde muchos desarrolladores se enfocan en edificar, nosotros elegimos ordenar, diseñar y gestionar el suelo para que aporte al entorno. Creemos que el valor no está en la tierra en sí, sino en la mirada de quien la gestiona.

 

¿Qué diferencia a Urbanizadora frente a otros desarrolladores?

La forma en que miramos la tierra. Para muchos desarrolladores el terreno es solo un punto de partida; para nosotros es el activo que define todo el proyecto. Lo vemos como un medio para generar valor sostenido y diseñamos con una visión de largo plazo. Nos preguntamos: ¿cómo mantenemos el valor pese a todos los cambios que pueden haber? 


No hacemos proyectos genéricos ni replicamos modelos: cada terreno exige entender su vocación, su contexto urbano y su potencial. Ese es nuestro diferencial. No vendemos metros cuadrados, sino proyectos de suelo bien pensados, sólidos técnica y comercialmente.


¿Por qué apostar por Lima y no provincias?

Porque Lima es el mercado inmobiliario más grande a nivel nacional y tiene mayor déficit de oferta formal de terrenos. A diferencia de lo que muchos creen, sí existen terrenos disponibles para desarrollar: el verdadero desafío está en saber gestionarlos bien.


¿Por qué iniciar en Lurín?

Lurín concentra grandes cualidades que nos ayudan a plasmar la visión que tenemos como empresa: se puede articular vivienda, comercio e industria en equilibrio. Nuestra ubicación es estratégica: en plena Panamericana Sur y frente al mar. Hay mucho que aprovechar.


Malecón 30 es su proyecto bandera. ¿Cómo se conecta con el core del negocio y cuándo serán entregados?

Gracias a nuestro inversor, un fondo de capital privado canadiense, adquirimos 20 hectáreas: 11 para una urbanización de lotes frente al mar y 9 para macrolotes destinados a comercio, industria ligera y servicios. Cada zona responde a una lógica de mercado real y a una visión de desarrollo ordenado. La entrega está programada para el verano de 2026: Es un compromiso con más de 300 familias e inversionistas que ya confiaron en Urbanizadora. Hoy avanzamos con habilitación urbana, infraestructura y obra civil en simultáneo, con una inversión de US$7 millones.


¿Qué aprendizaje te deja este proceso?

Que construir una empresa sólida empieza por sentar bien las bases. Urbanizadora es una compañía joven, y eso nos ha obligado a ser muy conscientes del ritmo: no se trata de hacer más, sino de hacerlo bien.


He aprendido que crecer ordenadamente es tan importante como ejecutar con excelencia. Ha sido un lujo poder estar enfocado en un solo proyecto en todos sus detalles, no queremos perder esa esencia. Por eso, antes de pensar en expansión, nos hemos concentrado en consolidar procesos, cultura y estándares de ejecución. Estamos contentos con los resultados. 


¿Qué viene ahora para Urbanizadora?

Avanzamos con la adquisición de un nuevo terreno con una inversión inicial de más de US$9 millones en Carabayllo, que será nuestro siguiente desarrollo en Lima. Planificamos desarrollar algo muy similar, una urbanización de lotes y macrolotes. El lanzamiento está previsto para el segundo trimestre del próximo año.

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